Circuito de Nürburgring

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Tiempo en Nürburgring de Nissan Skyline GT-R R32

8' 22'' 0'''

Nissan  Skyline GT-R R32
  • Año: 1997
  • Trazado: Nurbugring nordschleife
  • Piloto: Motoharu Kurosawa

Nissan Skyline GT-R R32: Godzilla en acción, el importante legado de la marca nipona sobre Nürburgring

La verdadera leyenda del Nissan Skyline GT-R R32 se forjó en el mundo de la competición, donde su robusto motor RB26DETT demostró una asombrosa capacidad de potenciación, alcanzando sin problemas los 600 CV sin sacrificar su legendaria fiabilidad. Esta característica lo convirtió en el contendiente a batir en los circuitos, especialmente en el Campeonato de Turismos japonés, donde acumuló más de 200 victorias y se alzó con el título durante cinco años consecutivos, consolidando su dominio en la escena automovilística nipona.

El GT-R R32 también dejó su impronta en el mítico circuito de Nürburgring, marcando un tiempo de vuelta de 8 minutos y 22 segundos. En aquel entonces, este registro lo consagró como el modelo de producción más rápido en el desafiante trazado alemán, un hito que incluso inspiró una edición limitada de 500 unidades. A lo largo de su producción, el R32 contó con numerosas versiones especiales, cada una con su propia personalidad y enfoque. Entre ellas destacaron el exclusivo HKS Zero-R, del que solo se fabricaron cuatro unidades, una variante aligerada y optimizada para la competición denominada N1, y las versiones GT-R V.spec y GT-R V.spec II, que rendían homenaje a sus éxitos deportivos.

La producción del Nissan Skyline GT-R R32 llegó a su fin en 1994, cinco años después de su lanzamiento inicial. Para entonces, se habían vendido cerca de 44.000 unidades, convirtiendo a esta generación en una de las más emblemáticas y deseadas de la saga Skyline, dejando un legado imborrable en la historia del automovilismo deportivo japonés y mundial.

Skyline GT-R R32

El GT-R R32, octava generación del icónico Skyline, irrumpió en escena en 1989, marcando un salto evolutivo significativo respecto a su predecesor, el R31. Este modelo sentó las bases estéticas que definirían a las tres generaciones de Skyline más laureadas (R32, R33 y, especialmente, el R34), cuya popularidad se vio impulsada en parte por su aparición en la saga cinematográfica "A Todo Gas". La evolución estética era innegable, estableciendo los rasgos distintivos que perdurarían hasta la llegada del actual Nissan GT-R: un capó largo y bajo, una presencia imponente, una configuración de solo dos puertas y un alerón trasero de dimensiones considerables.

Concebido originalmente para competir en el Grupo A de la FIA, el Nissan Skyline GT-R R32 tenía una producción inicial planificada de 5.000 unidades, el número necesario para su homologación. Sin embargo, la entusiasta acogida por parte de la prensa y el público lo convirtió en un éxito de ventas inmediato, agotando rápidamente esa primera tirada. El R32 se convirtió en el primer Skyline en albergar uno de los motores más legendarios de la industria automotriz: el RB26DETT. Este propulsor de seis cilindros en línea, con 2.6 litros de cubicaje y doble turbocompresor, se ganó una reputación por su robustez y su notable capacidad de potenciación. Aunque las normativas japonesas de la época declaraban una potencia de 276 CV, en pruebas de banco se demostró que era capaz de entregar alrededor de 313 CV.

Este motor se acoplaba a una transmisión manual de cinco velocidades y al avanzado sistema de tracción integral ATTESA E-TS (Sistema de Ingeniería de Tracción Total Avanzado para todos los terrenos Electronic Torque Split), un elemento clave en su excepcional comportamiento dinámico. Este sistema analizaba la tracción de cada rueda diez veces por segundo, distribuyendo la fuerza de manera inteligente entre los ejes delantero y trasero, así como entre las ruedas de cada lado. En condiciones normales, actuaba como un tracción trasera, pero al detectar pérdida de agarre, transfería potencia a las ruedas delanteras. Además, el vehículo contaba con dirección a las cuatro ruedas, lo que contribuía a su agilidad. Gracias a este conjunto tecnológico, las versiones de calle del GT-R R32 podían acelerar de 0 a 100 km/h en 5.6 segundos y completar el cuarto de milla en 13.9 segundos.