Tiempo en Nürburgring de Mercedes-AMG CLK DTM
7' 54'' 0'''

- Año: 2005
- Trazado: Nurbugring nordschleife
- Piloto: Sport Auto
Mercedes CLK DTM AMG: La exclusividad llevada a su máxima expresión
El Mercedes CLK-DTM AMG de 2004 fue mucho más que un simple coupé deportivo; fue una celebración con ruedas de la victoria de Mercedes en el DTM, la prestigiosa competición alemana de turismos. Imagina un CLK55 AMG, ya de por sí potente con sus 367 caballos, sometido a una transformación radical por los magos de AMG. El resultado: un monstruo sobrealimentado que escupía la friolera de 582 CV y un par motor de 800 Nm, ¡casi nada! Este corazón rabioso, un V8 de 5.4 litros con un compresor Eaton rugiendo a pleno pulmón, catapultaba al CLK-DTM AMG de 0 a 100 km/h en unos 3.9 segundos y lo lanzaba hasta los 319 km/h (aunque se rumoreaba que podría dar mucho más de sí).
Pero la cosa no terminaba en el motor. Para domar semejante caballería, AMG le puso una suspensión de competición tan firme que sentías hasta las hormigas cruzar la carretera, frenos sobredimensionados que exigían llantas más grandes para alojarlos, y una carrocería ensanchada hasta decir basta, gran parte de ella hecha en ligera fibra de carbono. Adiós a las plazas traseras, que cedieron su espacio a unos auténticos baquets de carreras, y el interior se adornó con inserciones de fibra de carbono para recordarte que estabas en algo especial.
Lo más curioso de todo es que este coche tan radical no se vendía en los concesionarios como cualquier otro. Para tener el privilegio de aparcar uno de los 100 coupés fabricados (luego se añadieron unos pocos roadsters), tenías que recibir una invitación exclusiva de Mercedes.
CLK DTM AMG
El Mercedes CLK-DTM AMG es un exclusivo coupé deportivo de calle, fruto de la división AMG de Mercedes-Benz. Producido en una edición muy limitada de tan solo 100 unidades durante el año 2004, este vehículo excepcional albergaba un motor V8 M113 de 5.4 litros sobrealimentado por un compresor Eaton, capaz de entregar una potencia de 590 CV a poco más de 6.000 rpm y un contundente par motor de 800 Nm a tan solo 3.500 rpm.
Gracias a esta mecánica, el CLK-DTM AMG podía acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 3.8 segundos y superar una velocidad máxima de 320 km/h. Su carrocería incorporaba extensas secciones fabricadas en polímero reforzado con fibra de carbono, mientras que el interior se distinguía por inserciones del mismo material en las puertas y el salpicadero. En una decisión orientada al rendimiento, las plazas traseras fueron eliminadas para dar cabida a unos asientos baquet delanteros de corte deportivo.
Considerado hoy en día como uno de los Mercedes-Benz más codiciados por los coleccionistas, la adquisición del CLK-DTM AMG se realizaba únicamente mediante una invitación exclusiva por parte de la marca. Además de la versión de producción, existió un prototipo aún más exclusivo, el CLK DTM AMG P900 Prototype, del cual se fabricaron únicamente dos unidades en el año 2005.