Lamborghin Murcielago LP640: Un toro italiano de 640 CV con puertas de tijera y un rugido infernal.

Lamborghini, fiel a su filosofía de buscar la máxima ligereza y rendimiento, puso a prueba el Lamborghini Murciélago LP640 en el exigente circuito de Nürburgring Nordschleife. Al igual que hicieron con el Lamborghini Gallardo Superleggera, el objetivo era reducir el peso y aumentar la potencia del modelo.

En las pruebas realizadas en el "Infierno Verde", el piloto de la marca, Giorgio Sanna, logró marcar un tiempo de vuelta de 7 minutos y 40 segundos. Este cronometraje demostró la capacidad del Murciélago LP640 para desenvolverse con agilidad y velocidad en uno de los circuitos más desafiantes del mundo.

Las modificaciones realizadas en el Murciélago LP640, que incluían una reducción de peso y un aumento de potencia, permitieron al coche alcanzar un rendimiento excepcional en el Nürburgring. Este logro consolidó la reputación de Lamborghini como fabricante de superdeportivos de alto rendimiento.

Murcielago LP640

Diseñado por Luc Donckerwolke y montado por el fabricante italiano Lamborghini en su fabrica de Sant'Agata Bolognese. El Murciélago LP640, se fabrico entre 2006 y 2010, destaca por su potente motor V12 a 60° de 6.496 cm³, que generaba 640 CV a 8.000 rpm y 660 Nm de par a 6.000 rpm, permitiéndole alcanzar una aceleración de 0-100 km/h en 3,4 segundos (Coupé) o 3,6 segundos (Roadster) y una velocidad máxima de 340 km/h (Coupé) o 330 km/h (Roadster). Su transmisión de tracción integral, disponible con caja de cambios manual de 6 velocidades o automática "e-gear" de 6 velocidades, transmitía la potencia a las ruedas. Con unas dimensiones de 4.610 mm de longitud, 2.058 mm de ancho y 1.135 mm de altura, y un peso de 1.665 kg (Coupé) o 1.815 kg (Roadster), el Murciélago LP640 presentaba un chasis ultraligero de fibra de carbono y suspensión independiente de doble horquilla en las cuatro ruedas. Sus frenos de discos cerámicos de carbono con pinzas de seis pistones garantizaban una frenada eficaz, mientras que los neumáticos 245/35 ZR18 (delanteros) y 335/30 ZR18 (traseros) proporcionaban un agarre óptimo. Además, el coche contaba con puertas de tijera, interior de cuero y sistema de navegación opcional, consolidando su estatus como un superdeportivo icónico de su época.